Bajamos del metro, él seguía caminando delante de mi, tenía prisa por quedarse solo para empezar a vivir una nueva etapa, así que lo dejamos una hora antes de lo previsto, lo abrazamos su padre y yo, y él nos dijo con voz de hombre: ¡Gracias¡ ¡Los amo mucho¡ Después me dijo las mismas palabras que yo le dije hace varios años cuando ahora me ponía de puntitas para darle un beso y la bendición: ¡No te preocupes mamá, todo va a estar bien¡
Nosotros, Mike y yo, seguimos nuestro camino al aeropuerto para regresar a casa de Dubai, mi corazón está tranquilo, pero hoy es el cumpleaños de Míkel, obviamente que me gustaría estar con mi niño y mimarlo dejándole que se quede en la regadera todo el tiempo que desee, que ponga su música a todo volumen y que baile todo lo que quiera, pero no está, así que otra vez vuelvo a sentir esa mezcla de emociones en el que al mismo tiempo que sonrío se me salen lágrimas de mis ojos de nostalgia y de agradecimiento a Dios por habernos dado un hijo maravilloso.
Nosotros, Mike y yo, seguimos nuestro camino al aeropuerto para regresar a casa de Dubai, mi corazón está tranquilo, pero hoy es el cumpleaños de Míkel, obviamente que me gustaría estar con mi niño y mimarlo dejándole que se quede en la regadera todo el tiempo que desee, que ponga su música a todo volumen y que baile todo lo que quiera, pero no está, así que otra vez vuelvo a sentir esa mezcla de emociones en el que al mismo tiempo que sonrío se me salen lágrimas de mis ojos de nostalgia y de agradecimiento a Dios por habernos dado un hijo maravilloso.
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