Lo bonito de la amistad verdadera es que a pesar de la distancia y de las diversas actividades del día se busca un tiempo para compartir las risas y las lágrimas, en el 2006 me despedí de varias amigas en Monterrey pero que cada verano nos reuníamos para hablar de nuestras familias, de viajes y de nuestra salud, diez años después regresé a mi Ciudad y me reintegré a sus reuniones como si nunca me hubiera ido y eso lo valoro mucho.
Hace una semana me he vuelto a despedir pero sé que están ahí para apoyarme en lo que necesite y que me volverán a recibir con gusto cuando vuelva.
No tengo fotos de todas pero las quiero mucho también, mi Comadre Lily con quien compartí varios cafés.
Mis bellas amigas guerreras Lupita Romero de Lozano y Magda Ramírez por quienes oro por su pronta recuperación. Las llevo en mi corazón y en mis oraciones.
También hay matrimonios a quienes vemos cuando está Mike en Monterrey pero no tengo fotos de todos, también los estimamos mucho, los Carrillo, Peña, Crisóstomo, Juan Manuel y familia.
Me volví a reintegrar con compañeros de la Universidad con quienes compartimos de la carne asada y nos divertimos varias veces cantando con el karaoke.
Muchas gracias a todos por hacer de nuestra estancia en Monterrey un tiempo agradable e inolvidable.
Las Madres Guerreras, nos identificamos por tener unos bellos hijos nacidos de nuestro corazón.
Magnolias de Acero, amigas sabias que me aconsejan, oran y son un respaldo espiritual.
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