Porque mi hijo Mikel vino a Monterrey a continuar con sus estudios de Preparatoria y porque yo quiero estar con mis padres más tiempo para apoyarlos en sus consultas y tratamientos médicos hemos decidido en familia que yo me quede una temporada en mi bella ciudad rodeada de montañas, lo cuál me tiene muy contenta aunque será difícil estar separada de mi marido por unos meses.
Creemos y confiamos en Dios en que estos cambios en nuestra vida familiar serán para bien, tenemos paz y el tiempo pasará rápido para volver a estar juntos. Por ahora aprovechar el tiempo disfrutando de la convivencia entre nuestra gente y seguir comiendo rico.
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