Hoy es el último día del año y no quiero dejar de expresar lo que ha significado para mi este 2015.
!Me he enamorado del desierto!
Como lo dije alguna vez: Extraño mis montañas y la vegetación de la zona citrícola de mi tierra, pero ahora me emociona estar en el desierto y sentir su arenilla suave y rojiza que no se pega en la ropa.
Agradecida con Dios por mis dos amores
El tener un maravilloso marido que me quiere, que cocina delicioso y que me apoya en todo y el tener un hijo encantador y deportista no tiene precio, seguimos unidos y con planes a futuro.
Se nos fue la abuelita Eugenia.
El 15 de octubre mi amada suegra falleció, fue un golpe difícil para toda la familia porque su enfermedad fue diagnosticada cuando ya no había nada por hacer, sino solo esperar, fue doloroso pero al mismo tiempo sentimos paz porque pudimos compartir con ella el amor que ella se merecía, Miguel pudo estar con ella durante sus últimos 45 días, y eso fue una gran bendición.
La distancia cala
El no poder tomar un vuelo de una hora y llegar a la clínica donde un padre o una madre están pasando por una cirugía fue lo más difícil para mi este año, hice lo que pude durante el verano que estuve en Monterrey, los acompañé a sus consultas médicas y apoyé los tratamientos pero no me ha sido posible estar en los momentos de crisis de salud, sin embargo mis oraciones para ellos son cada día.
En unas horas más se terminará este año y confío en que el próximo será mejor, trabajo con gusto y aunque termino muy agotada después de dar un tour mi motivación sigue siendo apoyar a mi amada familia y descanso en que Dios tiene todo bajo control.
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