Cuando era niña me gustaba ver unos spots de una chica con un traje regional de cada uno de los estados de la República que enviaba un saludo desde el lugar típico de cada lugar y decía: ¨Hermosa República Mexicana, desde... Televisa te saluda¨. Así me sentí ayer yo, sólo que no estaba en un lugar hermoso de mi País, sino al otro lado del mundo.
El amor por México se lleva en las venas, como siempre desde que estoy aquí, cuando canté el Himno Nacional después de dar El Grito, mi mente me llevó a recordar a mi abuelo Eulogio, quien me inculcó ese cariño por mis raíces.
Ayer, el ver a tantos mexicanos reunidos en un solo lugar y cantados todos a una voz Cielito Lindo, El Rey, México Lindo y Querido y luego la mayoría de los presentes usando sus tacones para bailar el Jarabe Tapatío fue de verdad lindo.
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