Aunque este verano pasamos menos semanas en Monterrey traté de aprovechar al máximo los días para pasar más tiempo con la familia.
El año pasado estuve acompañando a mi mamá en su convalencencia después de dos cirugías y este año fue mi papi el que por primera vez en su vida tuvo una intervención médica, así que ahí estuve tamibén al pendiente de él en el hospital.
Es difícil aceptar que aunque quiera estar con mis padres durante todos sus tiempo difíciles no es posible ya que también tengo que estar al lado de mi marido... Continúo con la mezcla de sentimientos.
Definitivamente me quedé con ganas de saludar a muchas amigas o ir a otros estados de la República, pero con tanta inseguridad que hay en la Ciudad no pude hacer ningún plan, sin embargo dentro de lo que me fue posible pude juntarme con algunas para almorzar o merendar, otras vinieron a casa para cenar y fuimos invitados también para disfrutar de deliciosas carnes asadas con grupos de amigos de hace ya muuuuuucho tiempo.
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