Me fue muy bien porque todos los grupos que atendí fueron privados, así que no tuve que esforzarme de más, sin embargo cada uno tuvo su detalle, unos fáciles como el que el avión se retrasó y tuvimos que ajustar el horario, otro de cambiar la logística porque el chofer que tenía que llegar al aeropuerto tuvo una complicación y me enviaron otro auto pero más chico donde teníamos que hacer que cupieran todas las maletas, y el más complicado fue visitar la Mezquita de Abu Dhabi el primer viernes con las nuevas políticas de acceso, donde vivimos un caos por la mucha afluencia de gente y la falta de personal para poner orden.
Hubo grupos en los que disfruté cada segundo porque me escuchaban con atención y fueron muy puntuales, mi favorito fue una familia colombiana donde los tres niños que no llevaban teléfono hacían preguntas muy interesantes, ¡realmente me cautivaron¡ ¡Felicidades a sus padres que los han enseñado a aprender de sus viajes¡
Siempre es grato recibir palabras de agradecimiento cuando me despido de un grupo con el que he compartido, algunos luego me mandan un mensaje por WhatsApp o email, pero este me motivó mucho, una pareja que compró una tarjeta y la escribió.
Sin embargo también me tocó atender a una familia de mexicanos en los que me sentí frustrada porque los jóvenes no mostraban nada de interés en conocer de la cultura del país ni la información de los lugares donde nos deteníamos, solo tomaban muchas fotos para subirlas inmediatamente a Instagram. En fin, hubo de todo, bellas parejas de luna-mieleros de Madrid y personas adultas de Valencia y Barcelona interesados en la religión, economía y política de los Emiratos.
Siempre es grato recibir palabras de agradecimiento cuando me despido de un grupo con el que he compartido, algunos luego me mandan un mensaje por WhatsApp o email, pero este me motivó mucho, una pareja que compró una tarjeta y la escribió.
Sin embargo también me tocó atender a una familia de mexicanos en los que me sentí frustrada porque los jóvenes no mostraban nada de interés en conocer de la cultura del país ni la información de los lugares donde nos deteníamos, solo tomaban muchas fotos para subirlas inmediatamente a Instagram. En fin, hubo de todo, bellas parejas de luna-mieleros de Madrid y personas adultas de Valencia y Barcelona interesados en la religión, economía y política de los Emiratos.
Con horarios tan diversos dejé de comer bien y perdí peso, pero ahora que ya tengo días libres aprovecharé para descansar y recuperarme.
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